El 12 de diciembre se inauguró la exposición Cinemàtiques del artista Rubén Torras Llorca en la Galería Pep Llabrés (galeriapepllabres.com) en Palma de Mallorca.

En palabras de Torras, su trabajo parte de la pintura como concepto inicial de un viaje que discurrirá a través de los medios técnicos que ofrecen las nuevas herramientas de nuestro tiempo: procesadores de imágenes y formatos digitales.

«L’artista evidencia la constatació del fet que la veritat és una producció estudiada i que, per tant, les barreres entre la ficció i l’arxiu documental són quasi sempre imperceptibles. Tot plegat en una societat hipermediatitzada, regida per la tecnologia, el món digital, la velocitat i l’immediatesa».

Se trata de un trabajo dirigido a experimentar las nuevas posibilidades con las que se enfrenta la “pintura tradicional”, en el contexto de una nueva sociedad pre-diseñada y repleta de memoria gráfica. En definitiva, el artista toma a modo de referencia “la imagen” como concepto prioritario, y consigue llegar a ella sin distinguir procedimientos o técnicas. Actúa como un cajón de sastre donde la pintura tradicional coquetea con la fotografía, el color, la textura…en un juego de materiales que se entremezclan en composiciones inquietantes.

Al mismo tiempo también nos encontramos con una visión múltiple de la superficie pictórica, en la que el artista presenta distintos planos de la realidad que superpone al modificar el propio formato de la obra, y que modifica con distintas formas poliédricas según sus propias necesidades creativas. Torras se refiere a este formato como “pintura expandida” en el que reflexiona sobre la percepción de profundidad y las distintas imágenes generadas con la perspectiva y los planos de color.

Admirador de la obra de Dario Villalba, Juan Ugalde o David Salle entre otros, el trabajo de Rubén Torras hace referencia a las múltiples visiones iconográficas con las que se enfrenta el espectador contemporáneo, descontextualizando aspectos concretos de la modernidad como la tecnología o la geometría arquitectónica y fusionando, a su vez, la propia imagen con espacios sintéticos que nos acercan al diseño industrial.

En cierta medida, el artista concurre en un proceso de transición en el que la propia pintura, utilizada en obras anteriores, se nos presenta en formato fotográfico como una especie de experiencia vital, dirigida a provocar una visión de la realidad que traspasa las barreras tradicionales.

En ellas nos encontraremos que la imagen tradicional de su propia pintura estará presente en otros formatos, obligando al espectador a distinguir minuciosamente qué procedimientos técnicos han sido empleados para dar como resultado una obra.
ᴛʜᴇ ʙɪᴏᴍʙᴏ • ᴀʀᴛ ʙʟᴏɢ
𝓑𝔂 𝐒𝐚𝐫𝐚 𝐒𝐚𝐧𝐳 𝐀𝐥𝐝𝐞𝐚