Los colores estimulan los sentidos y son un componente fundamental en nuestras emociones. Por este motivo, es esencial rodearnos de un entorno estéticamente agradable y tenerlos en cuenta a la hora de diseñar nuestro ambiente óptimo de trabajo.
Es un hecho constatado que el estado de ánimo está fuertemente vinculado a la productividad. Cuanto más felices estemos, más rendiremos en el trabajo. Y los mejores empresarios lo saben.

¿Qué colores emplear en la decoración de oficinas? Lo ideal es utilizar una base de colores neutros, siendo el blanco roto y el gris claro los más utilizados en la decoración de centros de trabajo.
Cuadros que combinan ambos colores, como «Pensamientos concéntricos» de Jorge Regueira, crean la atmósfera perfecta para trabajar. El blanco ayuda a la concentración, dando un aspecto de limpieza y de orden general a la estancia, mientras que el gris aporta un halo de elegancia y de modernidad, que da mucha prestancia al espacio, combinado con materiales como el metal o la madera.

